7 de septiembre del 2017 | Reproducido aquí con la autorización de UNES
Durante varios siglos, en El Salvador se ha desarrollado el monocultivo de la caña de azúcar. (Se presume que ésta fue introducida en algún momento de la colonización al territorio, pero es en los años 60 cuando aumenta su producción en un 43% y, es entre 2001 y 2011 que aumenta en un 30% más.1 De acuerdo con datos de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), el cultivo nacional de caña de azúcar actualmente ronda las 108,427 manzanas molidas (zafra 2014-2015) y en la zona Marino Costera el cultivo asciende a 52,000 Manzanas.2
Además, El Salvador es uno de los países que ha ido aumentando la utilización de plaguicidas, destacando por la intensidad en el uso de fertilizantes; lo que lo ubica, de acuerdo a la CEPAL, muy por encima del promedio latinoamericano y entre las cuatro naciones de la región que mostraron mayor recurrencia en su consumo. Sin embargo, ello no se traduce en un aporte significativo en el aumento de la productividad de cultivos como los granos básicos. De acuerdo a Voices on the border, el uso intensivo, de agrotóxicos se da en el cultivo de la caña de azúcar.
Este problema ha sido retomado por el Relator Especial del Derecho Humano al Agua y Saneamiento de la ONU, quien ha señaló su preocupación por la calidad de las aguas en El Salvador. Ello, principalmente, derivado del uso no controlado de agroquímicos en actividades agrícolas. En su informe final de misión realizada del 11 al 18 de mayo de 2016, con mucha precisión al respecto acotó:
“Hay un conjunto importante de preocupaciones en cuanto a potenciales peligros que pueden afectar la calidad del agua para consumo humano. Informaciones fueron transmitidas por diversas personas durante la visita sobre la utilización no controlada de agroquímicos en las actividades agrícolas, incluso algunos prohibidos en otros países, que usualmente son pobremente removidos en las plantas de tratamiento del agua”.3
Ese mismo año (2016) el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), David Ernesto Morales, emitió un informe sobre el uso de agrotóxicos y el impacto en los derechos humanos.4 Este informe da seguimiento a expedientes abiertos desde el año 2000 por los impactos en la salud en el Bajo Lempa, sobre la base de denuncias de graves afectaciones a la salud; principalmente casos de enfermedad renal crónica asociada con el contacto con herbicidas y plaguicidas utilizados en el cultivo de algodón décadas atrás.5
El uso extensivo y abusivo de agrotóxicos está impactando en la salud de la población Salvadoreña, según la red de hospitales, la cual reportó en su Informe de Labores 2011-2012 del MINSAL que la insuficiencia renal crónica terminal constituyó la tercera causa de muerte en personas adultas de ambos sexos, siendo la primera causa en hombres y la quinta en mujeres, con 12.6 % de letalidad hospitalaria.
Que a la fecha no se vislumbran acciones encaminadas a prohibir el uso de agrotóxicos, a pesar de que muchos de los que se utilizan están prohibidos en otros países, acá se veden sin ninguna restricción.
La UNES, preocupada por la anomia del Estado, recurre a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para solicitar:
PETICIONES
1. Que la Comisión solicite informes al gobierno de El Salvador, sobre sus políticas públicas y regulaciones en materia ambiental, de salud, manejo de agrotóxicos, medios de vida sostenibles,6 que garanticen, el derecho a un medio ambiente sano y a la salud, y que presenten indicadores específicos sobre cada uno de estos derechos y sobre los habitantes de las zonas en donde se desarrollan monocultivos. Que la Comisión realice análisis y emita recomendaciones al Estado de El Salvador para que cumplan con su deber de protección de la vida.
2. Que la Comisión emita un informe sobre el cumplimiento de los estándares Inter americanos por parte de los Estado Salvador en materia de soberanía alimentaria, derecho al agua, a la salud y a un ambiente sano.
3. Que la Comisión, al emitir su informe, solicite al Estado de El Salvador presentar informes periódicos a fin de evaluar el avance en las recomendaciones.
4. Que la Comisión, al emitir su informe, solicite a los Estado de El Salvador promuevan el cese a la expansión de la agroindustria de los monocultivos que atenta contra derechos humanos y la forma de vida de pueblos indígenas, mediante políticas públicas claras agrarias, económicas y fiscales.
5. Que la Comisión, al emitir su informe, solicite al Estado de El Salvador investigar las denuncias presentadas por líderes y lideresas comunitarias por asesinatos, amenazas, contaminación industrial, contaminación del medio ambiente, deforestación, despojo de tierras, contaminación y desvíos de ríos, conflictos laborales en el marco de las actividades de la agroindustriales.
6. Finalmente, solicitamos a la Comisión, a través de la Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales, así como los relatores de país, visite el Estado aquí mencionados para constatar la situación descrita y genere un informe en materia de agrotóxicos, monocultivos y sus impactos en los derechos humanos.
1 VOICES on the border, Producción a Gran Escala de Caña de Azúcar, 2016 pág.2
2 UNES, Cálculos propios con base a la información del Informe de Recopilación de Información de la Caña de Azúcar en El Salvador, Zafra 2012 – 2013 y 2014 – 2015
3 Naciones Unidas, A/HRC/33/49/Ad. Informe del Relator Especial del Derecho al Agua y el Saneamiento acerca de su misión a El Salvador. Párrafo 61. https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G16/170/69/PDF/G1617069.pdf?OpenElement
4 Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos. Informe de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos sobre el uso de agrotóxicos en El Salvador y el impacto en los derechos humanos. PDDH, San Salvador, 21 de julio de 2016, 82 pp.
5 García Trabanino, Ramón. Enfermedad Renal Terminal en el Hospital Nacional Rosales. Probable asociación del antecedente de contacto con herbicidas y plaguicidas (Junio 2000), citado en Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos (2016), Op. Cit., p.4
6 Según la FAO, “un medio de vida es sostenible cuando puede afrontar y recuperarse de rupturas y shocks bruscos y mantener sus capacidades y activos tanto en el presente como en el futuro sin socavar las bases de sus recursos naturales. Así, los medios de vida se ven afectados por los efectos externos que permite aumentar su resiliencia y disminuyen por consiguiente su vulnerabilidad.” Visto el 4 de mayo de 2017 en http://www.fao.org/in-action/herramienta-administracion-tierras/glosario/m/es/